Ayer me pasé por una librería y nada más empezar a mirar libros me di cuenta de mi error. ¡No puedo entrar en ningún lugar donde vendan libros si no tengo dinero! Pero de ahogados al río.
Intento no profundizar en exceso, es decir, no miro las estanterías más que por encima y me dijo los que están más a la vista. Si investigara en profundidad me tiraría muchas más horas de las que paso y volvería más deseosa aún. Así que como siempre eché un vistazo a que portadas veía. Sí, reconozco que un título intrigante o extraño y una buena portada funcionan en mí. Por lo menos para que coja el libro y le de la vuelta a ver el argumento.