La magia de leer

Sé que tiene pinta a típica entrada que dice, leer mola, ¡lee libros! y aparece patrocinado por el Ministerio de Educación y ese tipo de cosas. Pensando en ello no caigo en haber visto un anuncio así últimamente, bueno, da igual. Aunque tengo que decir que en Estados Unidos se lo montan bien pues ponen actores famosos y personajes así diciendo la frase (la de leer mola) y los niños se lo tragan y pican, lo que es bueno. Pero esto es un offtopic.

Lo más difícil de leer es empezar. A temprana edad nos plantan palabras en los morros e intentan que sus dibujos, no tan bonitos como los soles, las montañas y los animalitos, tengan un sentido y un sonido concreto. Lo piensas detenidamente y es una locura, es tan abstracto... y parece mentira que en mayor o menor medida nos entre en la cabeza. Pero cuando lo hace, se desata la magia.

Tranquilos, que no voy a decir, aunque podría, lo genial que es leer porque te abre las puertas a mundos increíbles, aprendes un montón de cosas y vives aventuras alucinantes sin moverte de tu habitación. Ui, ya lo he dicho. Y es cierto. Pero no iba por ahí. Porque leer te puede gustar o no. Hay de todo en este mundo, y de lo que más hay es de palabras y cosas que leer.

Des del momento, como iba diciendo, que aprendes a leer se despierta una magia que te abre un mundo distinto, que sigue siendo el tuyo, no hace falta que sea el de un libro, pero nuevo e inacabable. Hay palabras en cada rincón de tu ciudad que esperan a ser leídas: en la calle, en las casas, en las tiendas, en el periódico de la persona que se sienta a tu lado o los carteles. Las palabras, que ya entendemos y sabemos leer, nos llaman con una fuerza increíble.

Esta sensación es tan increíble que te recuerda la magia de cuando eras pequeño e ibas por la calle leyendo en voz alta todo lo que veías y te daba tiempo mientras caminabas. Ahora que estoy aprendiendo japonés (bastante lentamente, es muy difícil) he recordado y vuelvo a experimentar esa magia de leer. Ir por la calle o ver un producto o una web, y descubrir una palabra en japonés que sabes leer... es alucinante.

Reconocedlo, el libro, periódico, apuntes o ordenador de la persona de vuestro lado ejerce una fuerza de atracción en vosotros fuera de lo normal, y aparte de la simple necesidad de cotilleo, no puedes evitar que se te vayan los ojos y leer que pone ahí. Esa es la magia de leer.