jueves, 18 de octubre de 2012

Corazón y fuerza


Más allá de los colores está el equipo, más allá del equipo está el deportista, más allá del deportista está la persona. Porque lo que se les pide, aparte de resultados, es ser espejos en los que los niños se vean reflejados y quieran imitar. No son solo millones que cobran, los goles que marcan y las copas que ganan; es algo más.

Cuando decimos que los deportistas deben ser ejemplos a seguir nos referimos a los valores que nos gustaría que los más pequeños imitaran y convirtieran en suyos y creo que ellos dos transmiten algunos muy importantes. Carles Puyol y Eric Abidal son ejemplos de superación, esfuerzo, sacrificio, perseverancia, optimismo y trabajo. 



Ambos superan los 30, una edad en la que un futbolista profesional de élite empieza a notar el peso de los años en su cuerpo. Ese es el caso del Gran Capità culé, que conforme pasan los años más frecuentes se hacen sus lesiones, a pesar de su fortaleza física. Esta temporada esta siendo especialmente mala. Tras operarse de la rodilla encadena tres lesiones consecutivas. Lo irónico del caso, es que a pesar de lesionarse constantemente siempre recorta plazos, siempre.

Es el primero en confiar en que volverá antes de lo previsto y se pone a trabajar en su recuperación casi inmediatamente después de lesionarse. Hace poco confesó en una entrevista que tras operarse temió no volver a jugar, el dolor no cesaba. Pero no es hombre que se rinda fácilmente. Mientras quede alguna opción, él insistirá. 

Lleva ya 22 lesiones, en todas las partes que se pueda uno imaginar. La última, su luxación  en el codo nos provocó un escalofrio a todos, pero aún en el hospital ya mandaba, sí, los mandaba él mismo por twitter, mensajes de ánimo y optimismo. Es uno de esos jugadores que se parte la cara (y lo que haga falta) por su equipo o selección. El dolor es una consecuencia de su entrega, y como ya dijo, una lesión no iba a apartarlo de la Roja, se iría él cuando lo sintiera, aunque precisamente sus problemas físicos lo mantienen lejos de las convocatorias del seleccionador nacional.

En el campo es una de las voces cantantes, ¡como echamos de menos que guíe la zaga azulgrana!, un auténtico portento físico que no se arruga y va a todas, se anticipa, salta más alto, corre más fuerte y eso con 34 años. Puede que si se frenara un poco su físico lo agradecería, pero, ¿quién le dice a Sansón que se corte la melena?

Es el gesto que más veces le veremos a Eric. A pesar de todo, siempre sonriente. No es de los que se dejen animar, por grave que sea, su firmeza y fortaleza de espíritu le permite afrontar lo que haga falta. El 15 de marzo de 2011 el FC Barcelona anunciaba, por sorpresa, que se le había detectado un tumor en el hígado. Tras un primer tratamiento más conservador y volver al poco a los terrenos de juego; un año después, el 20 de mayo de 2012 se comunicaba que debía ser sometido a un trasplante y su carrera quedaba en el aire, pero lo primero era su salud. Tanto él, su familia como el club decidieron dar prioridad a su intimidad y tranquilidad. La plantilla había quedado devastada tras el anuncio, había sido él mismo el que había querido comunicarlo. Sus médicos dirían más tarde que su buen humor les había llegado al corazón.

Con todo, hay un momento que ningún culé o simplemente muchos aficionados al fútbol no podrán olvidar. El Barça acababa de lograr su cuarta Champions tras derrotar con contundencia al Manchester United por 3-1. Tocaba recoger el fruto de tanto trabajo. Como es tradición el capitán, Puyol, es el último en subir y es el que alzará la copa. Pero esa vez no, esa copa tenía una firma especial: Eric Abidal.

Aquel mayo nadie podía ni quería imaginar que el milagro Abidal lo era solo a medias. Se había recuperado y había disputado los 90 minutos de la final. El capitán le cedió el honor que pocos han tenido: levantar la Copa de la Liga de Campeones. Abidal era un campeón y se lo merecía más que nadie. Desgraciadamente su camino no había hecho más que empezar.

El caso de Abidal es único, lo que hacía que no fuera sencillo hacer pronósticos. Unos decían que no volvería a jugar nunca al más alto nivel, otros que era muy dudoso, unos últimos confirmaban que era posible. Nunca un deportista de élite había sufrido una enfermedad de ese calibre estando en activo, no había certeza de regreso. La única verdad es que nadie le iba a exigir nada. El Barça le había renovado tras su primer tratamiento y esperaría por él siempre.

Ahora el milagro está cerca de concretarse del todo. Xavi dejó caer que a principios de diciembre podríamos verlo enfundarse la elástica del Barça para disputar partido oficial. La noticia cogía por sorpresa, casi tanto como su stage en la Vall d'Aran, en la que ha vuelto a tocar balón. El día que vuelva a disputar un minuto, será un día muy importante para todos aquellos que sufren enfermedades graves, si bien es cierto que no todos tienen los mismos cuidados.


Estos dos bestias merecen reconocimiento a su entrega, no solo a unos colores o un escudo. Su fuerza para vencer cualquier obstáculo, su esfuerzo dándolo todo, el optimismo con el que se enfrentan a las dificultades... Ellos personifican que si quieres algo debes luchar por conseguirlo, no importa cuánto cueste ni qué se interponga, con trabajo y perseverancia es posible. 

No quería acabar sin acordarme de todos aquellos futbolistas que han luchado contra el cáncer o con problemas cardíacos. Tanto aquellos que lo han superado y han vuelto, los que han tenido que dejarlo, como los que no están aquí. Quiero recordar que la entrada está pensada como esos valores que estos dos deportistas transmiten, para nada se le da más valor a un futbolista de élite que tiene todos los tratamientos que a una persona de a pie que lucha por obtener recursos.

1 comentario:

  1. Jeza... acabo de pasarme por el blog para echarle un vistazo. Y ahora he decidido juzgarte. La verdad es que está todo molón, bien redactado, estás bien informada, bla bla bla, peloteo peloteo... Aburrido!
    Vamos a darte caña!
    No me mola nada que esté todo redactado en plan agencia de información (o como se llame, en plan agencia EFE). Quiero decir, seguro que queda muy profesional y aprendes un montón, pero tu voz, la manera en que tu sientes las cosas, se pierde entre tanta sofisticación. Tú, que eres una persona divertida, no te permites bromas en lo que escribes aquí. Es todo muy impersonal, no sé, o sí lo sé, no siento que te esté leyendo a ti. Es tu blog, pero me hablas a través de una cortina de estilo periodístico.Se que te viene muy de sopetón que te mande un comentario así, y no sé si el comentario es adecuado para el blog, asi que te dejaré instalado el botón rojo de autodestrucción. Pene!

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