lunes, 7 de marzo de 2011

Carnaval

Costumbres que se vuelven tradiciones transmitidas de generación en generación. Las festividades son las tradiciones que con más facilidad sobreviven al paso de tiempo a pesar de su constante mutación y adaptación a  los cambios y a las influencias.


Si se busca el origen del carnaval nos podemos encontrar que hay quien encuentra símiles en el antiguo Egipto y Sumeria de hace 5000 años, en las fiestas paganas en honor al dios Baco, en el Imperio Romano.





No queda claro pues, un origen claro ni tampoco una traducción etimológica del nombre definitiva pues son varias las opciones.


Sean cuales sean, está claro que ésta es una de esas fiestas que en sus orígenes definían parte de la personalidad de los pueblos que lo celebraban y era parte de su cultura.


Carnaval es diversión, ante todo y disfraces. Responde a la necesidad de ser por un día (como mínimo) otra persona o incluso ni ser una persona. Animales, personalidades, héroes, personajes, objetos incluso. Nada es lo que parece, nadie es quien era.


Con esta intención los Carnavales de Venecia llegaron a ocupar la mitad del año y fueron los más conocidos y pomposos de la época. La diferencia entre la gente de clase pudiente y los de los estratos más bajos desaparecía, el rígido control de la Iglesia Católica parecía aflojarse exageradamente. La máscara era el elemento básico.





Los carnavales de ahora siguen más el ambiente festivo del Carnaval de Río o el de Tenerife. Aunque no todos son tan grandes ni reconocidos internacionalmente, los colegios, barrios, asociaciones organizan rúas, eligen temas del disfraz, hacen disfraces o simplemente disfrutan del hecho de ir por la calle vestido de otro sin ningún pudor.

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