domingo, 22 de enero de 2012

Los mundos de Murakami

Título: 1Q84 vol.3
Autor: Haruki Murakami
Editorial: Tusquets editores, Andanzas (2011, Barcelona)
Nº de páginas: 414
Género: Ciencia Ficción? 
Final de 1Q84
Sinópsis contraportada:
A las voces de Aomame –la enigmática instructora de gimnasia y asesina– y de Tengo –el profesor de matemáticas y escritor–, se suma, en este tercer volumen de la novela 1Q84, la de un nuevo personaje, un detective llamado Ushikawa. Su última misión, encargada por Vanguardia, el misterioso culto religioso, consistió en comprobar si Aomame era digna de confianza para trabajar para el líder. Ushikawa dio el visto bueno a la joven, pero ésta los traicionó a todos, cometió un nuevo asesinato y luego desapareció. Si el detective no logra encontrarla, la venganza de la secta se abatirá sobre él. Entretanto, Aomame y Tengo, cada uno a su modo, siguen deseándose en la ausencia, buscándose –en el más puro estilo de Murakami– casi sin moverse de su sitio, aislados, quizás a punto de experimentar un giro radical en sus vidas y esperando un reencuentro que los redima... en el mundo de 1984, o en el de 1Q84, ese fantasmagórico universo con dos lunas.



Haruki Murakami nos tiene acostumbrados a sus lectores a sumergirnos en mundos extraños, sin previo aviso, y por supuesto, sin explicaciones. Si a muchos les irritó todos los misterios que quedaron sin respuesta en el final de Lost, consolaos, si Lost hubiera sido obra de Murakami habrían quedado el doble de incógnitas.

¿Y esto es malo? No del todo. Pero si desconcertante. Tiene un estilo muy muy suyo, con leer unas cuantas de sus obras descubrirás algunos detalles de las tramas de sus obras: en cualquier momento puede aparecer un pene erecto sin previo aviso. No es que seamos aquí puritanos ni pongamos el sexo como tabú, es algo normal y esperable en las historias, pero cuando digo de pronto, es así. Vas leyendo, y sin saber como, aparece en medio de la narración. Algo así como su afición por recrearse cuando le da por describir un personaje, si es la mujer gordita de nosequé, calma, os acordareis todo el libro de sus muslos. Pero entre otras muchas características que hacen de este autor especial y único, uno de los más relevantes son sus mundos paralelos, simultáneos, convergentes, alternativos... llamadlos como queráis: sus mundos raros. 

Estos mundos son muy peculiares y nunca se repite. Tiene la habilidad de chocarte des del primer instante, en seguida sabes que ya no estás en el mundo "normal" y te atrae. Querrás saberlo todo de ese mundo y desentrañar sus misterios, y te quedarás con las ganas. Murakami celoso de su obra y su intimidad, también lo es de sus mundos. Nos dirá cómo son, qué tendrá que hacer el personaje allí, a veces cómo ha llegado o por qué, pero nunca lo entenderás del todo. Sus mundos son mágicos, y la magia, no tiene explicación.

Después de esta introducción a Murakami, ¿Qué hay con el libro 3 de 1Q84? Pone "final" a esta gran novela, yo creo que muy cerca de Tokyo Blues. Ya os he avisado, no esperéis que lo entendereis de todo, de hecho, solo sabréis como sigue, y finales, bueno, Murakami solo nos cuenta un fragmento de la vida de sus personajes, así que concluye el relato, no ellos.


No tenía muy clara la introducción de Ushikawa, ese detective raro que habla con Tengo e investiga Aomame como un tercer narrador, pero el resultado no me ha disgustado. Es un buen puente de unión. 


A pesar de ser más corto que el primero (ese incluían dos libros en uno), le da tiempo a desarrollar bien la historia, contarnos lo que quiere y plantearte nuevas preguntas finales, ya que está. Me parece curioso, hasta divertido, que los propios personajes en varias ocasiones reconocen que las cosas que pasan no tienen ninguna lógica y desisten de entenderlo. Puede que sea un aviso para navegantes: no hay más lógicas que las de Murakami, y son, sin duda, muy raras, no te mates a entenderlo, este libro no va de eso. Solo siéntate y observa las lunas, sin preguntarte por qué, solo admira. 


Nota: 9/10

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.