lunes, 6 de febrero de 2012

The Artist: la sencillez del silencio


Ficha técnica
Título: The Artist
Duración: 100 minutos (1.40h)
Año: 2011 (Francia)
Género: Drama. Romance
Director: Michel Hazanavicius
Productor: Wildbunch, Le Petite Reine, Studio 37, La Classe Américaine, JD Prod, France3 Cinéma, Jouror Production y uFilms
Guionista: Michel Hazanavicius
Música: Ludovic Bource
Fotografía: Guillaume Schiffman (B&W)
Reparto: Jean Dujardin, Bérénice Bejo, James Cromwell, John Goodman


Un silencio muchas veces dice más que las palabras, puede ser mal interpretable y, también, simple. Michel Havanavicius lo cree así y lo demuestra en su última película, la aclamada The Artist. En blanco y negro y semimuda, está llamada a sonar mucho. Palma de Oro en Cannes, seis nominaciones a los Globos de Oro y favorita para los Oscars. Y el secreto es su sencillez.


Cine que habla del cine. Y lo vemos nada más empezar con la primera escena de los grandes cines: enormes pantallas con escenario al que salían los actores al final de la película, un teatro para ver la película, los aplausos del público. Y de la llegada del sonoro a través de George Valentine (Dujardin), el típico galán de Hollywood, la clásica estrella de estudio que se niega a avanzar y se aferra a sus películas mudas. Como Norma Desmond (El Crepúsculo de los Dioses), invierte su fortuna en un dinosaurio fílmico que nadie quiere ver mientras nuevas caras como Peppy Miller (Bejo) sobresalen con su voz. El sonido acabará siendo su enemigo e incluso una pesadilla en la que el único que no tiene voz es él. Hasta su mujer le grita “¿Por qué no quieres hablar?”


Se podría decir que es una película en la que se da más importancia a la forma que al contenido. Havanavicius no tiene porqué transmitir complicados mensajes. Su innovación, su aportación, es recuperar lo antiguo y que sea hoy nuevo. Irónicamente es lo que su personaje no logra, pues su cine mudo era viejo, pero ahora entre películas habladas una muda se impone. Y lo hace siguiendo las normas de los clásicos, entretener con una historia sencilla e inocente. Él mismo reconoce que la sonoridad aportó complejidad a las tramas. Se permite, eso sí, guiños a películas que le han guiado y divertidas asociaciones entre situaciones y carteles que las definen. Como cuando el chófer Clifton cuida de Valentine e inicia la siguiente escena con el cartel de una película llamada “Ángel de la Guarda”.

The Artist supone la primera gran película del director y una plataforma de lanzamiento para sus intérpretes que no paran de recibir elogios y premios. También su música está siendo muy alabada. Puede que todo responda al hecho de que se conocen desde hace mucho. Ludovic Bource y Havanavicius llevan desde la etapa en la que el director hacía anuncios, juntos, y ha sido clave en sus películas parodia de espías. De igual modo, el protagonista de estas películas (OSS 117: perdido en Rio y OSS 117: El Cairo, nido de espías) no es otro que Jean Dejardin. Además, Bérénice Bejo, esposa del director, también aparecía en la segunda película.


The Artist responde a la premisa de ese eslogan publicitario que decía Make it easy pues al final lo importante es la magia de lo sencillo, que llega fácil y bien al espectador y puede disfrutar de una propuesta novedosa.

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